17 de octubre , 2023 Nathalie Fleidermann Benjamín Fernández
Los medicamentos han sido utilizados desde épocas ancestrales para curar enfermedades y aliviar sus síntomas, volviéndose un elemento indispensable en el hogar. Sin embargo, la ruta de los remedios no termina cuando son ingeridos. Tras cumplir su función en nuestro cuerpo, los fármacos son desechados, o excretados, saliendo tal y como entraron, o sufriendo cambios en su estructura molecular para producir un compuesto totalmente distinto.
¿Qué pasa después de la excreción?
La mayoría de los medicamentos son eliminados de nuestro cuerpo gracias al trabajo que hacen los riñones para que estos sean excretados mediante la orina. Luego, esa orina viaja a través de las aguas servidas del alcantarillado para desembocar en un río receptor.
Para evaluar la presencia de fármacos en estos cuerpos de agua se han realizado estudios como el del investigador John Wilkinson de la Universidad de York, quien evaluó 258 ríos de 104 países. Entre ellos, el río Mapocho de nuestro país, está catalogado dentro del 30% de los más contaminados del mundo.
En Chile, el 58,7% de la población consume al menos un medicamento, siendo el paracetamol y la aspirina los que lideran la lista según datos del MINSAL en 2017. En el resto del globo, el panorama es más o menos el mismo: los remedios mayormente detectados corresponden también al paracetamol, la fexofenadina (antihistamínico), metformina (regulador de azúcar en sangre), la gabapentina (anticonvulsivo) y los antibióticos sulfametoxazol y metronidazol.
Río Mapocho (14 enero, 2022). [Fotografía] Futuro 360.
El peligro detrás de los cuerpos de agua contaminados
Todos los medicamentos poseen actividad biológica, es decir, poseen un efecto directo o indirecto sobre un grupo de células pertenecientes a algún organismo vivo. Por lo tanto, el que estén presentes en los cuerpos de agua presentes en el medio ambiente acarrearía consecuencias negativas a la fauna marina, como peces y algas.
Es un tema difícil de abordar, ya que al tratarse de una mezcla de medicamentos que interaccionan entre sí, podrían transformarse en compuestos de menor o, incluso, mayor toxicidad.
Por ejemplo, la presencia de antibióticos en los cursos de agua es de vital importancia, puesto que contribuye a que las bacterias del ambiente se vuelvan resistentes y de esta forma sea cada vez más difícil tratar alguna enfermedad que produzcan. Debido a esto, la Comisión Europea estableció una lista de vigilancia de algunos antibióticos para evaluar su presencia en cursos de agua y posteriores acciones a realizar.
Fármacos (s. f.). [Fotografía] pexels.
¿Cómo solucionar el problema de las aguas servidas?
El río Mapocho recibió la descarga de aguas servidas de la ciudad de Santiago hasta 2010. Sin embargo, debido a los malos olores y el riesgo que representaba para la salud una posible propagación de enfermedades por esta práctica, se implementó el proyecto Mapocho Urbano Limpio, el que consistió en la descontaminación del río, la creación de 15 plantas de tratamiento de aguas servidas y un túnel colector que intercepta 21 puntos de descarga de aguas servidas.
Aun así, los medicamentos no logran ser eliminados por las plantas de tratamiento, cuyo funcionamiento se centra en primera instancia en eliminar elementos de gran tamaño como palos, piedras y plásticos, así como grasas y arena para que no interfieran tapando y dañando a la planta en las etapas posteriores donde se aglutinan los compuestos contaminantes en suspensión presentes en el agua servida que pueden sedimentar.
Posteriormente, en el tratamiento secundario el agua pasa por un reactor biológico donde bacterias remueven la materia orgánica para finalmente ser desinfectada.
El constante uso de medicamentos ocasiona que estos terminen inevitablemente en los cuerpos de agua, como ríos, lagos u océanos, por lo que regular los niveles máximos permitidos de estas sustancias se vuelve una necesidad. Junto a lo anterior, es importante la eliminación adecuada de medicamentos vencidos o que no fueron usados al terminar un tratamiento, así como el consumo responsable de estas sustancias.